NOSOTROS PODEMOS SER LA CAUSA DE NUESTRA PROPIA EXTINCIÓN
Estamos acostumbrados a la falsa imagen de que somos los amos del mundo. Pero
nada nos garantiza que seamos la cúspide de la evolución ni la mejor de las
especies (para algunos, todo lo contrario), ni que estemos llamados a
permanecer para siempre en un planeta y un universo estables y diseñados para
nosotros —lo que desmienten todos nuestros conocimientos geológicos y
cosmológicos. Hay varias cosas que nos pueden borrar del planeta. Y de un día
para otro. Los estratos geológicos dan muestras de cinco extinciones masivas
desde que hay vida en la Tierra, por causas tan diversas como erupciones
volcánicas de gran magnitud, caídas de meteoritos, bruscos cambios climáticos o
radiación cósmica. Pero, aparte de fenómenos súbitos y violentos, las especies
también pueden desaparecer (y desaparecen) por otros motivos: escasez de agua o alimentos,
competencia por el espacio, cambios genéticos, degradación del hábitat…, por la
acción de depredadores o por enfermedades… ¿Algunas de estas causas suenan
familiares?… Se calcula, sin exageración, que más del 95% de todas las especies
que han existido en el planeta desde la aparición de la vida, hace unos 3800
millones de años, han desaparecido. Hoy día, nosotros mismos nos hemos
convertido en un incisivo factor de extinción de las especies actuales, por sobreexplotación,
manipulación del medio ambiente, contaminación, destrucción de los entornos
naturales…, y el calentamiento global generado por nuestra forma de consumo energético.
Incluso, desde hace algún tiempo, somos un conocido (y muchas veces temido, y con razón) factor
de nuestra propia posible extinción, como consecuencia del uso de armas
nucleares, algún desastre tecnológico, o por el cambio climático global que
hemos provocado.
No somos los dueños del planeta, ni tampoco una especie necesaria. Podemos
desaparecer así como aparecimos, por un azar evolutivo. La irrupción de la
pandemia —que, no lo olvidemos, todavía no hemos superado— es solo uno de los posibles
acontecimientos por los que podríamos desaparecer. Y aun es posible que esta
situación se deba, en parte, a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario